Editorial de L. Ronald Hubbard, Autor de Éxitos Editoriales Internacionales del New York Times

El Mando de Theta

El Mando de Theta

El Mando de Theta

Mientras estaba preparando su nuevo libro y el Curso del Doctorado que estaba a punto de impartir, L. Ronald Hubbard reunió a los auditores para un nuevo Curso Profesional. Como dijo: “Por primera vez con esta clase, estamos dando pasos que van más allá de la palabra Supervivencia”.Desde esa posición privilegiada, El Mando de Theta da la tecnología que tiende un puente al conocimiento desde 8-80 hasta 8-8008, y proporciona la primera explicación completa sobre el tema de la Causa y un cambio permanente de orientación en la vida de MEST a Theta.

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Más Sobre El Mando de Theta

Estamos tras lo siguiente: estamos tras elevar las capacidades de un ser. Por lo tanto, queremos saber qué es un ser y entonces queremos elevar sus capacidades hasta ese ideal. Ésa es nuestra ambición.– L. Ronald Hubbard

En el otoño de 1952, L. Ronald Hubbard estaba profundamente inmerso en una exploración intensa y sostenida de la naturaleza, capacidades y potenciales del espíritu humano.

Los descubrimientos fueron asombrosos. Haciendo uso de todas las herramientas de investigación, incluyendo las tecnologías de la ciencia del siglo XX, el señor Hubbard había avanzado mucho más allá de cualquier cosa siquiera concebida por anteriores investigadores, no sólo identificando la energía real de la vida misma, sino midiendo con precisión la electrónica del pensamiento humano. En Inglaterra, para establecer la primera escuela profesional británica, detalló estos avances en una serie de conferencias nocturnas, disponibles hoy como La Fuente de la Energía Vital.

Más aún, era tan rápido el ritmo de su investigación en este crucial período que incluso mientras daba esas conferencias, ya estaba avanzando a una nueva fase de descubrimientos, una que expandió y aclaró más todos los desarrollos previos. Y en una afirmación crucial a los estudiantes inscritos en un nuevo Curso Profesional en Londres, en noviembre, él explicó por qué, por primera vez, el material trascendía incluso el alcance de supervivencia:

De pronto damos un paso afuera de una existencia continua a lo largo de un período de tiempo. Tenemos algo más, algo nuevo, y eso sería beingness, que no tendría ninguna relación con el lapso de tiempo llamado universo MEST, pero que tendría algo que ver con lapsos de tiempo, pero no necesariamente. El beingness podría existir con independencia de un lapso de tiempo.”

Lo que siguió fue un viaje de aventura, paso a paso y avance tras avance, hacia una esfera completamente nueva y sin cartografiar. Cubriendo todo desde Dianética: La Ciencia Moderna de la Salud Mental hasta Scientology 8-80, aquí estaba una introducción al universo de theta mismo. Y mientras que estas revelaciones cruzaron una nueva frontera de descubrimiento, también formaron el preludio a todo lo que L. Ronald Hubbard desvelaría el mes siguiente en el Curso de Doctorado de Filadelfia. De hecho, estaba trabajando al mismo tiempo en un nuevo libro, Scientology 8-8008, cuya intención plasmaba el tema central de todo lo que enseñó durante estas conferencias de Londres: reducir la importancia y seriedad del universo MEST y su autoridad, e incrementar la capacidad para construir y crear un universo propio.

Aquí, entonces, está el momento que define un cambio permanente de la orientación en la vida desde MEST hasta theta y hasta el umbral de OT. Conteniendo la tecnología que sirve de puente entre Scientology 8-80 y Scientology 8-8008, estas conferencias suministran, no solo una introducción exhaustiva al universo del verdadero beingness propio, sino que contienen la primera exploración completa del señor Hubbard de Causa:

“Así que no pierdas de vista lo alto que es ese nivel. Ningún dios se ha definido tan alto. Han definido a Dios como un ser capaz de hacer este universo. Alguien ha pensado de vez en cuando que él mismo hizo muchos universos. Pero nunca nadie lo desglosó hasta un punto en que también confiriera su capacidad para hacer esto a todo lo que creó, y así definiera el alma humana en relación con Dios”.

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