Editorial de L. Ronald Hubbard, Autor de Éxitos Editoriales Internacionales del New York Times

Segundo ACC Americano

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Mientras daba conferencias mañana, tarde y noche, supervisando la coauditación del ACC en los intermedios, L. Ronald Hubbard descubrió que la falta de un desempeño exitoso del auditor se podía encontrar directamente en una falta de comprensión de las definiciones básicas de Dianética y Scientology. Mientras ese avance sensacional cambiaría la forma de todo el entrenamiento futuro, otro avance iba a hacer lo mismo en relación con la auditación. Llamándolo “lo mejor que puede hacer un thetán”, detalló su aplicación en “El Otorgamiento de Beingness”, conferencia que se volvió un requisito de estudio en todos los ACC. Sin embargo hubo una historia más importante en el Segundo ACC Americano que forma el fundamento de la entrada a todos los casos: “SOP 8-C se usa primero paso a paso, a partir del paso I en adelante, hasta que la persona a la que está dirigido sabe que está detrás de su cabeza y que ya no está en el cuerpo”. Al hacer que el preclears supiera que es una unidad de producción de energía creativa, SOP 8-C demostró sus propósitos y capacidades. Entre la multitud de avances sensacionales estaba el Procedimiento de Apertura de SOP 8-C, que proporcionaba la llave para que los auditores abriesen la puerta de entrada a todos los casos: la disposición a recibir instrucciones y, por tanto, liberarse uno mismo mediante la auditación. En realidad, los resultados producidos por el Procedimiento de Apertura fueron de tal magnitud que L. Ronald Hubbard decidió dedicar sus esfuerzos al entrenamiento a tiempo completo de los auditores.

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Sin duda, más nos vale saber qué es lo que estamos intentando hacer con este Procedimiento Operativo Estándar. Lo que estamos intentando hacer con él es orientar a esta unidad de vida tan concienzudamente que cobre vida. Eso es exactamente lo que estamos intentando hacer. – L. Ronald Hubbard

Tras comenzar el Curso Clínico Avanzado, L. Ronald Hubbard se había embarcado en un intenso período de investigación y desarrollo para refinar los procesos y los procedimientos de entrenamiento. Su meta era la simplificación de la auditación y la estandarización del entrenamiento de modo que pudieran lograrse los avances sensacionales de Thetán Operante en forma generalizada.

Debido a la rigurosa naturaleza del entrenamiento, el señor Hubbard había limitado el número de auditores a una mera docena. Sin embargo, y a pesar de sus intenciones iniciales, la noticia se filtró hasta afuera, al campo. Y a su vez, eso pronto resultó en un montón de voces que volvían haciael Centro de Entrenamiento de la Asociación Hubbard de Scientologists. En concreto, un número arrollador de solicitudes de auditores que exigían participar. Tantos, de hecho, que L. Ronald Hubbard pronto decidió que no tenía otra opción sino ampliar las puertas de la inscripción.

Como primer paso, absolutamente necesario para dar servicio a la gran cantidad de solicitudes de inscripción, encontró nuevos locales en el número 507 de la calle Market, en Camden, Nueva Jersey. Estos locales proporcionaron salas de conferencias, aulas, salas de auditación de estudiantes y, lo más importante, estudios de grabación para dejar constancia de los últimos avances sensacionales.

Entonces, y sólo después de cuatro días luego de que se graduara la primera clase, el señor Hubbard comenzó el Segundo Curso Clínico Avanzado Americano el 17 de noviembre de 1953. Y si esos nuevos estudiantes ya habían oído que el entrenamiento era riguroso, ahora lo estaban experimentando. La programación lo decía todo: el señor Hubbard impartía conferencias a mañana, tarde y noche, mientras que entre ellas se ponía en sesión a los estudiantes coauditándose bajo la supervisión directa de él en los procedimientos acerca de los que acababa de dar la conferencia. Y de esta manera, L. Ronald Hubbard fue capaz de hacer el primer avance sensacional en su programa para descubrir las barreras al entrenamiento de los auditores. Específicamente, el descubrimiento de que la falta de un desempeño exitoso de auditor se podía encontrar directamente en una falta de comprensión de las definiciones básicas de Dianética y Scientology. Y para manejarlo:

“Hemos arremetido contra ellos en el tema de las definiciones, y les hemos vapuleado, aporreado y machacado el tema de las definiciones: ¿Qué es un thetán? ¿Qué es un thetán? ¿Qué es un thetán? Y después, sólo para variar: ¿Qué es un thetán?

Los resultados de la auditación ascendieron hasta las nubes.

Pero, si la comprensión fundamental de las definiciones básicas fue un avance sensacional que iba a cambiar la faz de todo el entrenamiento futuro, todavía había otro avance que iba a hacer lo mismo en relación con la auditación en sí; como se anunció en una conferencia de un significado legendario: “El Otorgamiento de Beingness”. Ya que estaba contenida en esas palabras, no sólo la descripción de lo más elevado que puede hacer un thetán, sino también la respuesta y la explicación de “el único”. Y donde existiese ese rasgo en un auditor, no habría preclear que pudiera ni siquiera tener esperanza de lograr ganancias. En total, fue una conferencia de una importancia tan crucial que no sólo se reprodujo para distribuirla ampliamente a todos los auditores, sino que fue un requisito de estudio para los estudiantes de todos los Cursos Clínicos Avanzados posteriores.

Sin embargo, y a pesar de la magnitud de estos descubrimientos, el Segundo ACC se distingue por una historia todavía más grande, con un desarrollo técnico que sin duda constituye un hito. Porque aquí es donde L. Ronald Hubbard sistematizó y enseñó los materiales que forman el fundamento de la entrada a todos los casos: La Rehabilitación del Espíritu Humano y el Procedimiento Operativo Estándar 8-C (SOP 8-C).Como él los describió:

“Específicamente, el uso de estos procesos consigue, cuando se usan correctamente y sin evaluación adicional ni adoctrinamiento del preclear, el conocimiento de que él no es un cuerpo, que es una unidad creativa de producción de energía y le demuestran cuáles son sus propósitos y capacidades”.

Entre la multitud de avances sensacionales y desarrollos que componen a SOP 8-C estaba un proceso que era prácticamente una panacea: el Procedimiento de Apertura de SOP 8-C. Con este proceso, el señor Hubbard tenía la clave para que los auditores abrieran la entrada a todos los casos: La disposición del preclear a recibir instrucciones de un auditor y, en consecuencia, la habilidad del preclear para hacer en realidad un proceso y liberarse a sí mismo mediante la auditación.

Más centrado en la investigación futura, los resultados del Procedimiento de Apertura fueron de tal magnitud que Ronald tomó la decisión de dedicar todos sus esfuerzos al entrenamiento a tiempo completo de los auditores. Después de todo, habiendo abierto la entrada a todos los preclears, también iba a conseguir precisamente eso para todos los auditores:

“Lo más maravilloso y que más ánimos da respecto a este proceso es que por primera vez en todos estos años, hemos llegado a poseer algo que se podía enseñar, y que los auditores, representados por los que había en las Unidades Clínicas Avanzadas, podían usar, usaban, entendían, no variaban, no se les iba de las manos. Y con ese proceso entramos en el entrenamiento”.

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